Lo acusan con el humo, el juego de palabras de la reflexión de
Holan podría recortarse como hacen los medios a fin de no ver el todo. O el
vaso lleno. El tipo en la conferencia de hoy dijo más de lo que los expertos
del fútbol local están dispuestos a escuchar.
"Así como pesa lo
traumático por tratarse de Independiente, cuando las cosas suceden de manera
positiva, lo que se vive es maravilloso", sugirió. También pidió
compromiso para dirigentes, cuerpo técnico y representantes de jugadores en
esto de no desesperarse y acompañar el proceso, con una idea clara que va más
lejos de un campeonato, darle valor de prenda a esta evolución.
Y es cierto, no es lo mismo
vender a Rigoni hoy, que hace ¿dos? meses atrás. Ni que hablar de Barco, ni del
milagroso baldecito Benítez.
El último domingo fui a la
cancha y como pocas veces, volví a sentirme mejor como hincha. En esto de la
saludable complicidad. Hubo hasta aplausos al Rolfi y eso que el 10 de Huracán
arma mini grietas. Pero la realidad es que en el segundo tiempo, aún con un
arquero experto en esto de ningunear el juego, percibí como el resto de los
muchachos de Independiente, que si se empataba se le podía ganar.
La fortaleza de los pendex es
todo mérito de Ariel Holan, pero la construcción de la identidad parece ser
compartida. Ya hablamos del saludo-haka, pero también puedo sumar las voces
multiplicándose dentro y fuera de la cancha aunque los medios le duelan. Hay,
por ejemplo, el videito de un abuelo de 92 años que recuerda a Erico apoyando
sus manos al piso para tirar un gol acrobático y de taco. También, jugando al
medio para no hacer más goles y cobrar un premio.
¿Un auto cero kilómetro?,
pregunta el pibe ambicioso
-Un auto, una casa, no sé, dice
el hombre y agrega, no recuerdo que le daban, tal vez consciente de que el
valor era económico pero acorde a esa década infame.
El viejo, sigo porque suma al
sentido, recordó a Delamata esquivando desde el área a todos. "A un par lo
gambeteó dos veces y después me vienen a hablar del de Diego a los
ingleses"
La carcajada del piberío
escuchándolo continuó como si fuera una apreciación ingenua, pero el tipo
hablaba en serio. Será uno de los pocos testigos de ese tiempo mágico.
Magia es esa respuesta que tiró
el Sr. drone en la conferencia de hace un rato. "Hay primeros que son
campeones y campeones del día a día". La frase generó la reacción
automática en twitter bastardeándolo pero el tipo y nosotros, los hinchas Rojos
sabemos de qué esté hablando, por más necesitados de títulos que estemos.
Uno tiene ganas de pensar que
se puede ser campeón del día a día. De hecho, coincidiendo o no, Marcelo Bielsa
es un ejemplo de los que saben de ese baile. O nuestro Nito Veiga, cuyo fútbol
fue bárbaro aunque hoy sólo nos quedemos con la Ferrari que le dejó al Pato
Pastoriza para que este sí, supiera aprovecharlo.
Quizás a futuro valoremos más
el trabajo de Gabi Milito, pero por ahora, todo es revolución Holan, a
disfrutarla y no creérsela. Eso es para los giles de billetes y micrófonos
alcahuetes.
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