martes, 8 de diciembre de 2015

Cierre 2015 con fueguito de ilusión

Y no, no fue como Talleres en Córdoba. Bue, maso, porque para recordar aquella gesta heroica, nadie de los que ahora elogian al Bocha y a sus siete compañeros, se detienen a hablar de un bochornoso arbitraje que intentó enterrar al Rojo, para la gracia divina del Interior.
Pero ese fuego, no se le borra ni a propios ni a detractores.
No pudo ser en el cilindro, los artilugios de Lousteau tuvieron escasos 3 minutos de vencimiento. Igual, alcanzaron, alcanzaron para decir mucho si nombres rutilantes pero con una búsqueda de juego digno. "Che, loco, la verdad me gustó mucho Independiente", me soltó un colega bostero, contento con el partido y el buen juego. Y con dos tipos menos, un estadio a pedir del presidente del Colegio de árbitros (hablo del también presidente de Racing, no de Patricio) y la recurrente militancia antirroja de medios varios (¿vieron cómo destruyeron los barras de la guardia imperial, la sala de los laburantes visitantes?, ¿van a pedir sanciones a cuatro voces contra el club?), el  Rojo se mostró vivo, aún después del posterior y forzado oole de un rival que sólo en una ocasión logró un toque con cinco pases.
Los memoriosos pueden revisar (en su retina o en el archivo) aquella triple pared entre Outes, Biondi, Bertoni y el Bocha y hasta comparar este mini encuentro del Cebolla, Benítez y Lucero ingresando por el centro del área rival. Exageraciones que hacen al diminutivo (fueguito), lo que no implica borrar la llama.
Cerramos un año sin Libertadores, a sufrir como dicen nuestros rivales todos, desde la tele.
Este 2015, sin embargo, pinta como un año para separar lo bueno de lo que jode. Por ejemplo, a los hinchas que destruyen jugadores y hablan como empresarios al momento de pedir cambios o nuevos, este portal les pide que hagan de sus trapos un bollo, les mandamos muchos saludos.
A los que entendieron que Pellegrino comenzó un camino, bienvenidos. Ojo, no se trata de ser obsecuente ni obediente, pero sí de valorar el trabajo en equipo, el esfuerzo compartido. Hubo muchos errores, mucho banco castigo, mucha lesión previsible (apurando o forzando demasiado a los referentes) y hasta falta alguna autocrítica o trabajo diferenciado por parte del arquero. Independiente necesita que el Ruso de un salto de calidad y acaso eso implique un esfuerzo o preparación distinta. Es la mejor manera de cerrarnos la boca a todos.
Una llama de esperanza para no descartar, sería pensarlo a Gabi Milito como manager del Rojo. Qué buena química haría con Longaniza y hasta con Berón en las inferiores. Se imaginan a estos tres y con Griffa con los pibes. Claro que para esto la dirigencia también debe cambiar. Menos nombres, cero puteada vía twitter y más presencia en las decisiones concretas de AFA. Si no, será esta entidad y los socios mafiosos del fútbol, quienes le pasarán el camión por encima. Puede ocurrir.
Ojalá el 2016 encarrile los números raros de este año. Que el torneo corto sea nuestro, que las paredes se multipliquen, que vuelvan Vera y Albertengo, que Martín Benítez y el resto nos vuelva a demostrar el espíritu tesonero. Bueno, que en definitiva, el fuego sagrado prenda nuevamente.
El fueguito fue un buen principio.
Aunque ellos no entienden nada
Hacelo Rojo, por tu gente.









https://www.youtube.com/watch?v=82gN7xoMYPM