viernes, 7 de agosto de 2015

¿Probaste el coctel antirrojo?

La respuesta lamentablemente es SI. Te pasa cuando ves a una movilera haciendo gala de su condición racinguista (aunque ella lo disimule de a ratos) y le agradece a Diego Vera, la nota "a pesar de estar molesto por el frío", o al aludir el tema "del fantasma de la falta de gol" a Pisano. No seamos ingenuo.
Gocemos por ahora de la ilusión de armar un plantel serio. Con uruguayos que coinciden en cantidad (4) con los años de mozos y cosechas inolvidables. Vera sigue señalando el camino. Mal que les pese a Olé y sus editores gallinas.


Ni qué hablar de Branca muriéndose por ser olfa de su producción en Futbol Permitido.
Vignolo mofándose del cronista que cubre Independiente con cualquier comentario que exceda al fútbol, dejándolo pagando con sus informes, no tomándolo en serio. Algo parecido hace Mariano Closs, Gustavo López, Marcelo Palacios, el propio Bonadeo. Realzan los defectos del club, del plantel, de sus dirigentes, por supuesto y de quienes a nosotros nos averguenzan como hinchas (Bebote, a la cabeza) y que sacan del freezer, siempre para compensar algún buen veranito o etapa de bonanza para el Rey de Copas.
Y la verdad, que Moyano en tal sentido les viene como anillo al dedo. Ninguno habla de la deuda de River, presentan a su presidente como un dandy inglés. Qué decir cuando las notas refieren a Tinelli, ahí, el mote de empresario exitoso prima por su costado de dudoso gusto como productor televisivo. (Y eso que muchos que se dicen periodista serios, se pusieron alguna vez en otra vereda del creador del Bailando).
A Víctor Blanco se le perdona todo porque es empresario, nadie acota su vínculo con Bossio, de qué modo limpió las deudas académicamente históricas.


En cuanto a Angelici, la clave hoy es Carlitos. Al presi de Boca, sí le disimulan las eses que deja en el camino, el trazo fino de la falta de oratoria se realza para mofarse del camionero rojo. A quien no critican pero juegan con miradas la idea de tenerle miedo.
Hace un par de años, compartiendo la mesa con otros editores periodísticos, la gran preocupación de la empresa de diarios y revistas pasaba porque los camioneros ganaban más que cualquier profesional ordinario. La queja al momento de elaborar notas era que "los tipos ganan mucho", algo así como"hay que bajarlos". En lo personal, entiendo que Moyano como político perdió su rumbo y que el rojo, aunque suene paradójico puede encarrilarlo, si comprende cómo es el medio.
En verdad, a Hugo no se lo bancan por sindicalista y morocho y eso, en un ámbito donde el fútbol va día a día maquillándose y disimulando sus miserias con silencios cómplices se va acrecentando día a día.
Ninguno de los paladines audaces de la justicia, hoy se acuerda del Rafa Di Zeo, de los borrachos del tablón, la guardia imperial y Cogorno, de Sandokan, ese barra de Marcelo que apretó a Mercier.
Mucho menos desean hablar de la connivencia poder-corpo-tyc-Burzaco.
Como sea, bajo la lluvia, los hinchas rojos copando la cancha granate, se bancan que Lanús le apague las luces y los deje librados a su suerte. Recuerdo volviendo del Libertadores y un corte accidental callejero. La voluntad por echarnos nafta a nuestros sueños es infinita.
Afortunadamente, hay un desarrollo táctico en el juego del Rojo que nace de la mano de Pellegrino, una capacidad de la CD, que me va cerrando el pico y un sentido de pertenencia entre club e hinchas que supera los esfuerzos recurrentes de los medios por humillarnos y dejarnos solos.
El cóctel antirrojo continuará. Pero estamos vivos. Sólo falta avivarnos y no darle letra a los miserables.

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