Molesto como caballo de ajedrez

Ya están todos al tanto de la censura del último domingo en fútbol permitido, no? Bue, igual ratifico: la goleada de Independiente a Arsenal quedó afuera de la emisión de este ciclo de productores rasinguistasoportunistas. Pero no vamos a acotar el peso específico de un club a una riña entre vecinos.
El problema es que el Rojo fastidia, fastidia, como caballo de ajedrez, una metáfora que puede confundir pero si uno se pone a pensar, esos movimientos que en apariencia son en forma de L y de golpe se vuelven figuras de tetris, les da más de un dolor de cabeza a planificadores de rating y proyectos.
Ahí, por ejemplo, confirman que hoy sábado, no será Telefé, quien ponga al Rojo de Avellaneda en su grilla central, si no, San Lorenzo. Y bue, Marce se esfuerza y se esfuerza por darle rating al clubusiness de sus amores. Ahí, están toooodas las semanas hablando Bauza para posicionar al equipo de Boedo, o el propio Tinelli saludando a Platini, para recordarle que Grondona lo tenía a él en sus planes.
Imagino a don Julio vendiéndose en Europa con Arsenal, nunca hubiese resultado, en cambio, Independiente de Avellaneda le debe haber dado chapa suficiente para ser reconocido en el exterior. Después todos nosotros, los hinchas ordinarios, sabemos qué hizo el padrino con esa chapa.
Chapa que borran en equitativa proporción los programas deportivos y las secciones de este rubro en noticieros al hablar de las bondades de un club que supo, (es cierto, pasado) hacer historia. Y ahí, la goleada de Huracán, el bostezo de Almeyda en Banfield, el clásico madrileño, la derrota de Delpo, las vacaciones de Román, los ¿exhaustivos? del Muñeco Gallardo, son más importantes que los logros de Mancuello. O por qué no amplificar los yerros del Kun en portales y redes emulando un fracaso que debe ser consolidado.
Pero el caballito de batalla sigue ahí. Se habla de paladar negro y los clubes platenses, porteños o rosarinos, no aparecen en esta lista. Quizás Newells con la herencia a los hijos de Bielsa, hayan sido una saludable excepción del bueno juego local, pero no mucho más.
Ahora estemos atentos, quizás el próximo partido del rojo se juegue los martes a las 14 (anotalo Máximo, o alguno de sus olfas programadores de FPT). Pero siempre una jugada colectiva, una camiseta roja, un grito de guerra y hasta un oooole, referirá al club de nuestros amores. Y en un descuido, el campeón volverá para decirles a los programadores de tableros: Jaque mate rojo.