lunes, 21 de abril de 2014

4 goles para despertar al diablo

No me importa que falten menos de cuatro horas para el partido con Crucero. Yo digo lo que imaginé, en este contexto complicao. Uno de Penco, otro de Fredes, Lucas Villalba y cerrando el Rolfi para que la chupen todos, con acuerdo firmado o no. Y que se caguen los del Popu a mis espaldas, que mientras le temen al diablo dormido, se conforman con un zapatazo aislado de su mal llamado equipo bostero.
Que se caguen los de ESPN entrevistando a cuanto equipo humilde que nos enfrenta, ninguneando nuestros cien mil socios, la voluntad ante todo y los esporádicos pero indispensables juegos de gran pie.
Que la cuestión personal de De Felippe, acalle a todos los fantasmas y el centro del pibito Vallés, llegue preciso al marote de Sebastián, un Fredes nuevamente exquisito para acabar definitivamente con los perros exigentes de las plateas argentinas, un Villalba que examine a los memoriosos para encontrar otro tres habilidoso en su archivo (No me vengan con los Killer, el loco Enrique ni el japonés Pérez, buenos para la marca, hasta que les tocaba un once insoportable. Brindo por ellos, pero a este pibe le pongo fichas como goleador defensor) Por último una doble pared Rolfi-Pocho, Rolfi-Pisano, para que los de arriba empiecen a temernos. Y así, el Crucero quedará atrás y sin dudarlo, iremos a la caza del halcón.
Bebote quedará varado en alguna ruta colorada misionera y las chinas de la zona, no olvidarán lo que hizo con el club de sus padres, acercándoles un par de yarará, para que el barra conozca el rigor del peor cuento de Horacio Quiroga. Cantero, que guarde silencio, don Julio hará los deberes para mejorar sus arcas a costa nuestra y acomodorá a sus mafiosos nuevamente. Pero no importa, si el diablo sale de su sueño, si deja de estar dormido, también irá por él. El ascenso, entonces, será una merecida circunstancia, acabará con monstruos y periodistas (partidarios o no), la seguridad volverá a ser examinada y, aunque nos lleven la contra todos los demás, un Lucifer maduro, volverá a la cima para asustar al club más acomodado o más poronga.
Los cuatro goles presagiados, bien pueden ser el mejor puntapié, para este sueño rojo.

viernes, 18 de abril de 2014

Más que Gladiador

Quién duda que al rojo no le alcanza con ser Russell Crowe en Gladiador, ese que Ridley Scott nos legó para creer que los imposibles exceden cualquier imperio gobernado de manera despiadada, por aves de rapiña. Y no hablo del presidente Rojo, precisamente.
Y si los jugadores logran demostrarlo? Porque más allá de la inoperancia de Cantero el verdadero Nerón, apodo nunca más equivoco del Bambino Pons quien por exagerado optó por darle este mote al sensato Omar De Felippe), hay palabras como las del criticado Hernán Fredes o del propio Facundo Parra, que aún en estas circunstancias deben servir para motivarse.
 "Hay que afrontar este presente y sacar el equipo adelante. "Hay que ascender con o sin Cantero"
"Es hora que venga alguien que ame al club y lo sane verdaderamente"
Todo esto venido de boca de tipos, que sí, son cuestionables en el juego pero que destacan a los que sufren dentro del club, por historia, por trabajo, obliga a pensar más lejos. Necesitamos como hinchas separar lo bueno de lo malo. Entender que la falta de sentido común del presidente, de los barras, de los cuervos aleteando, del que ahora muchos esperan con clemencia (don Julio, claro), no puede ser más intenso que los Milito, los De Felippe, los hinchas silenciosos que sueñan con un equipo de bien. De hombres de verdad, esos que despliegan esfuerzo, sentido común y criterio.
Ojalá que lo bueno prevalezca por lo dañino. Ojalá, nos encontremos los 100.223 hinchas para hacer algo más que putear. Ojalá que los Gladiadores nos den una enseñanza.
"Hay gente que nació en éste club, que ama éste club y no merece vivir esto que pasa"

viernes, 11 de abril de 2014

¿Qué es ser Independiente?

Con cada intento por descubrir las novedades del club vía twitter, la pregunta surge una y otra vez a la hora de escribir ndependiente. Alguien que escapa al tema del fútbol prefiere elegir este interrogante como buscando un argumento de la naturaleza.
Por supuesto que la mención del Rojo, en esta contradicción de nombre, adjetivo y característica singular, se mezcla con ahora otro exponente futbolero "Independiente del Valle". De vez en cuando se cuela nuestro tocayo mendocino. Tampoco faltan los vascos reclamando su autonomía.
Después, entonces, uno distingue las voces del más grande. Las fotos gloriosas que se suceden para un pasado inmejorable, contrastan con la sucesión de relatos-malasangre.
Así, renacen los calificativos para describir el presente actual, los insultos contra el presidente, las noticias policiales que nos enmarcan cada vez más. A los diarios sólo les interesa colocarnos en ese lugar. Los verbos nada tienen que ver con la esperanza, la energía, la garra. El degastado ""Vayan, sean hombres, jueguen y ganen el título", se repite hasta el hartazgo y pierde sentido. Allá fue original, acá va de mandala a aforismo de Narovsky.
Y qué carajos le va a importar a un hincha de Independiente todo esto, con Instituto, Crucero, lo que se viene, el paro en el club, Alexis Zárate, el pacto que nunca se cierra??
No sé, pero Independiente debe ser más que todo lo que daña. En todo caso, deberíamos como hinchas, pensar que Independiente está afuera de todo lo corporativo. Y para eso hay que tener también muuuuchos huevos.
En silencio, los cien mil socios es un ejemplo, la desconfianza al pacto (por Cantero y por Moyano) habla a las claras de que estamos desesperados para subir pero que tememos que la enfermedad sea peor. Y al plantel, seguimos depositándoles la confianza, aunque se vuelva cada vez más previsible y temeroso.
Independiente, casi como nuestro origen, debe ser romper lo establecido. Y además del escudido y de los colores, eso no lo podemos perder.