miércoles, 26 de marzo de 2014

Cómo sería el post canterismo?

     La cátedra que Sarmiento nos propinó el pasado lunes debería habernos enseñado algo más. Sí, ya sé, cuesta mucho aprender entre hinchas y en una provincia que desconoce o descarta a sus alumnos, en la puerta de abril, aún sin clases. Sin clase, parecen ser también los sucesores de Cantero, cuya idolatría hacia los colores de sus amores, choca con gestos de miseria como maltratar la institución escribiéndola con pintadas de cuarta o arruinándola como sea para pedir que de una vez, el tipo con menos oficio en la historia de dirigir y administrar el club se vaya.

    Sin clase, también la del propio Javier quien, en uno de sus brotes renunció para luego echarse atrás y dejarnos con la incertidumbre de siempre al momento de pensar dónde reside la hidalguía del tipo cuyo sentido común parece haberse quedado en las sombras de su sueño íntimo.
"No decida en caliente", según Crónica habría sido la sugerencia del único sujeto que hasta ahora parece entender el presente de Independiente. Habrá que ver si en su foro íntimo, el dueño de la sabia voz, no se retrotraerá a Galtieri, al pensar en el máximo dirigente como un émulo irresponsabilidad.

         Con sus mentiras permanentes (tema menor, en un contexto donde la palabra está tan desgastada en relación a la honorabilidad), las cuestionables formas de hacer las cuentas, nadie a esta altura duda en que Javier Cantero, debería hacer algo sensato por nuestro equipo. Dicen que el plantel no lo dejó entrar al vestuario después de la derrota, allá en Junín y uno piensa si estos muchachos después del vergonzoso papel que vienen ejecutando en esta versión 2014, están en sus cabales como para imponer un derecho de admisión y al tipo que los contrató.

     Dice, también Tula, que antes del Pocho el plantel estaba bien económicamente y su visión equilibrada de la realidad, parece cuanto menos una cargada después de esa manera infantil de hacerse expulsar. Con todo, tras la llegada de Insúa, queda claro que algo se quebró. "Mejor que los muchachos estén al día", había sugerido el técnico antes de incorporar a alguien salado. La sensatez del DT, fue desoída. Nobleza obliga, con el buen pie del jugador y lo que significó en su momento, costaba darle la razón.

    Con un amigo corresponsable de este blog, coincidimos en la necesidad de que el presidente debe dar un paso al costado para descomprimir. Sin embargo, hay gestos reflejos que surgen espontáneos de los opositores, que vuelven a instalar la duda. Basta la penosa imagen de Bebote y su casco estilo titanes en el ring, en la sede, custodiado por la policía cómplice y, paradójicamente, dándonos lecciones de moral, con su promesa de candidatearse para presidir al rojo.  Preso debería estar pero ningún juez tiene huevos para animársele.

    Un buffet de abogados de prestigio, necesitaría también el club para frenar tanto demandante advenedizo presto a robarnos lo poco que nos queda. Un compromiso abierto, sincero, esclarecido, debería asumir esta comisión para hablarle a la gente sobre el debe y el haber presente, al momento de seguir pateando el tema salarial para adelante. También deberían contarnos qué sucede con la quita de puntos, con los putos embargadores y con los usureros dentro y fuera de la cancha.

    Los socios también merecen una explicación convincente. No por los 40 pesos de más de la cuota, si no para entender y reconocer el ingreso mensual que tiene el club. Hacia dónde va ese dinero. Si un gran porcentaje se lo lleva el plantel, éste deberá también dar cuentas de su bajo nivel. Así como Cantero no se encuentra en condiciones de exigir por no cumplir con sus pagos, los jugadores, no están en condiciones de enseñarnos sentido común, cuando su accionar dejó en off side a más de un técnico y dirigente. ¿por apretados? ¿por impotencia? Sólo ellos saben.

     Al margen de lo económico, durante la madrugada en que Cantero amagaba, pensé dos cosas: una, que el plantel blanqueaba los aprietes recibidos, esos que siempre supongo, buscando en la conspiración una explicación y que sirven para entender por qué nadie patea al arco o no hilvana una jugada de categoría. Un comunicado oficial de la muchachada que fuera ejemplo para todos los equipos, a fin de crear un estado de derecho en un fútbol contaminado de falsos códigos de honor y dobles discursos, sería lo mejor. Nada de esto ocurrió.
     
        El segundo aspecto, era que un grupo de dirigentes que tanto dicen querer al Rojo, se reuniera
de urgencia para asumir riesgos y cargos tras la salida del presidente. Moyano, parece seguir viendo el tema por tevé, mientras continúa a la espera del retorno de Massa de los Estados Unidos y Grinbank, se quejó, como cualquier simpatizante de audición radial de barrio. Ninguno, a la altura de las circunstancias.

Un día después, mientras uno le prende velas a De Felippe, para mi gusto el único  coherente y criterioso en tiempos de aulas cerradas, por ahí dicen que Florencio Randazzo le pidió a Cantero que se quede. A esta altura, la intervención oficial, no hace más que salpicar y ensuciar más al cuadro de más de cien años y casi cien mil socios. Los exponentes oficiales que prometen ser criteriosos, se acaban cuando no accionan frente a los delincuentes-termitas que se mofan y destruyen la institución.
   
     El que no es nombrado y no salió de Harry Potter, debe esperar la voz de Michael Grondona o de sus hermanos, para encarar el plan familiar retorno.  Con la suerte que tenemos, lo más probable es que en lugar del sucesor, nos toque o Connie o Fredo Corleone. Igual es chiste, si fuera por mí, que los mafiosos se pudran en su ferretería.
   
El sábado rodará la pelota, contra Talleres, la sola mención del equipo cordobés, a uno lo emociona siempre, en la memoria está adherido a nuestra gesta de los setenta. Ojalá, no sea otro escenario humillante, ese al que nos va acostumbrando Independiente y que los hinchas, entre estoicos y resignados, padecemos o soportamos hasta que otros referentes de verdad, se decidan a abrir las aulas del sentido común y, más que cuentas, vuelvan a darnos cátedra de ilusiones y coherencia.


jueves, 20 de marzo de 2014

Humillación

Duele y mucho esta palabra. No por el resultado contra Villa San Carlos, ni por la imagen triste del hincha rojo, llamando Papá a Francisco esperando una bendición vana de la contrafigura del Diablo o del infierno. Porque a hacerse cargo, Dios no está ni debe hacerlo, digo en esto de estar de nuestro lado. Aclaro que Dios no es Don Julio, aunque en la Argentina se parezca mucho a él. Tampoco Dios es Marcelito Tinelli aunque él lo crea, o su séquito se lo haga creer.
Igual iba a hablar de la humillación.
Humillados estamos por el piberío zarpado, ese que salpicó al mismísimo De Felippe, último caballero del club, si se trata de encontrar a alguien con la mirada justa, sin sobreactuaciones, con la palabra atinada, y fundamentalmente sensata.
Humillación que, a esta altura, debemos aceptarlo, no nos acompañará por el resto del campeonato si no que seguirá siempre junto a nosotros. Los buitres que rodean esto que quieren hacer como cadáver, dan cuenta de que la única sangre derramada, en cuestiones futbolera, será la del rojo de Avellaneda.
Independiente es una palabra muy larga y muy grande para que la comprenda cualquiera. Ya lo dijimos en otras partes de este blog, independencia de las ataduras, de los lobbys, de los poderes temporales. Por eso, me importa poco la bendición de Francisco, para mí, perdón los devotos, siempre será Bergoglio.

Lo que sí me importa, es pensar cómo salió el plantel a jugar un partido, teniendo sobre sus espaldas el conflicto Martinez-Zárate. Imagino que nadie querrá asociar la cama, con la prepotencia de poder que hoy les otorgan a los futbolistas, el sueño botinero de Mauro Icardi, pero creo que los chicos crecen con ese bardo en la cabeza.
La falta de clase (en un 2014, sin clases), refleja que algo no se está haciendo bien. De hecho, a don Don Omar se le escaparon dos tortugas. Una, que entra cuando puede en el segundo tiempo, sin demasiada claridad. Fue uno de los primeros que tiene un contrato extendido y sigue en el club desde Ramón Díaz.
No me corro del quilombo, pero nunca me cerró demasiado Benítez. Lo vi ingresar contra Huracán y parecía que trotaba, me llamó la atención. No así, Zárate, que en su partido con el globito, intentó esmerarse. Justo diez días después de su debut oficial, el pibe se fue de joda en el post Banfield.
Se debe haber quedado caliente por perder el puesto con el retorno de Vallés. Supongo.
En este bardo aparece la supuesta novia de Martín, la versión de que Zárate y el otro escrachado del trìo que parece ligarla sin comerla ni beberla, quedaron plantados por dos muchachas que los abandonaron y la revancha de Zárate terminó aprovechándose de la chica del delanterito.
El abuso, la denuncia, el desprecio mediático. El escrache, al mejor estilo BUSCADOS. ¿Se rectificarán los medios si el caso fue una cama armada? Lo dudo. También dudo, influenciado o no por el bombardeo, de la inocencia de los chicos.
Pienso en el ex combatiente de Malvinas, intentando separar la mugre del trigo y hasta dónde aguantará esta granada de mano que alguien se la puso en su trinchera. Porque que te garquen o se vayan de chupi los pibes a quienes pones tu confianza, debe doler y mucho.
Es más, al margen del abuso que es gravísimo, la inmadurez de chuparse a morir, deja en claro que en Independiente, todo se vea mal, grave. Más que códigos, lo que faltan son límites. Decoro. Acaso Zárate no se haya bancado el desprecio, como los hinchas no se bancan perder, como nadie sabe digerir el fracaso, entonces, siempre...alguien paga, la piba, los puteados, la violencia desmedida, de la que hablamos en post anteriores.
Por eso la humillación nos salpica a todos, a los compañeros que caen en la volteada, con el manto de sospecha, el cuerpo técnico que hace magia con las desafortunadas declaraciones del presidente, "voy a poner los abogados del club a disposición de los jugadores", a riesgo de volverse a prender fuego con otros muchachos (y van...) que terminan traicionando ese sentido común, que Cantero jamás encontró en un club de herencia mafiosa (don Julio, Duca, el otro Grondona y Comparada mediantes).
Humillación la de mis amigos rojos que ya vemos el final del camino como en junio 2013, porque la detonación antirroja no se demora, ni se detiene y porque los jugadores siguen a tientas esperando una señal de la suerte, casi como el pobre hincha en la Plaza del Vaticano y el gestito de un papá que trabaja por su santidad, pero que (a no olvidarlo) simpatiza con un club cuervo (y ya sabemos qué representan los cuervos en la Argentina y no hablo sólo del hincha de San Lorenzo)
Humillado x mil se sentirá nuestro escriba Sacheri y pensará, con o sin botineras tramposas, cómo se resucita la honra, con un club de gambetas a medias, disparos esporádicos y destrucción colectiva. Bah, digo yo.
Siempre pienso en un mensaje esperanzador para Independiente, soy de los que reniega de la máxima troska que insiste con aquello de "cuanto mejor, peor". Hoy, haré una excepción. Asumiré la humillación y dejaré que el silencio de un partido pedorro como el de ayer, hable por si solo. El 0 a 0 no puede ser peor si pensamos el altísimo costo que dejó la falsa fiesta del piberío que, cual lúmpenes rojos, se cortaron solos, sin pensar en los demás. Para ellos, el modelo para armar, debe tener que ver con andá a saber qué chica de pasarela, selfie calentona o bolichera.
Modelo para armar.

viernes, 14 de marzo de 2014

La puteadora de Villalba

Cuando faltan poco menos de 12 horas para el partido con Banfield, no puedo evitar recordar a la mujer de camiseta Azul-Ades, insultando hasta perder la voz al pibe Villalba. La veo visitando religiosamente su peluquería, por supuesto desinteresada de su marido, en ese acuerdo tácito de una convivencia agitada. Poca comunicación con sus hijos, uno en Estados Unidos y otra descarriada. Y más allá del delirio imaginario, entiendo que cada hincha rojo, trae consigo una historia, no siempre deseada, pero es la que le toca.
Acaso por esto, no me cierra la recurrencia del odio colectivo, en contra del equipo. Ellos adentro, nos otros afuera, transitamos por el infierno, ratificando que con tanto bombardeo, lo de encantador, es sólo para la canción ricotera. A esta altura, es más fácil citar de memoria los sucesivos deterioros que el once inicial. Sin hacer mucha memoria, a saber: la marcha fúnebre al turco Mohamed, las bengalas contra Belgrano, con el Tolo sin frenar nada, las pintadas en el vestuario de Racing (por supuesto la miserabilidad no es exclusiva nuestra, también los vecinos ayudan), los dos perros de la semana pasada, los quinchos incendiados, las facas descubiertas contra Unión y la rápida liberación de los implicados, las banderas dadas vuelta, las pintadas de hoy a la mañana y las de mañana y pasado, la presión de los tipos por alcanzar la alegría brasileña, etc...
Pero ustedes diràn ¿y todo esto què tiene que ver con la tipa? Nada y todo, la bronca nos va deteriorando (adentro y afuera), lo mismo que instalar carne podrida: renuncia de De Felippe, el tipo más parecido al pato Pastoriza, en esto de imponer respeto. La mina seguirá desmantelándolo todo, gozando el flamante paro de colectivos porque lo único que importa es que se vayan todos y, como dicen tristemente algunos amigos de Independiente, con los milicos, blablabla.
Hoy jugamos contra Banfield, verde cuco, contra el Pelado, contra nosotros, contra el estigma de ser auténticamente rojo ¿son más hinchas Bebote, la tipa, Cantero, que uno? Dudo, lo concreto es que si hay que armar un once de tipos probos, en eso yo sugiero tener en cuenta el camino que se va forjando, con Milito, con De Felippe, con los pibes que se quedaron en esta parada difìcil y quieren ascender (sí, con ellos). Afuera, ni en el banco, que se vayan los partidarios que dan cátedra cada noche sobre el juego bonito, un juego que se les desvìa de la mente cuando ponen debajo de la alfombra sus incoherencias. Los que dicen "qué barbaridad" y se jactan de los twitter apretadores.
La tipa puteadora ya tiene planchita y color, igual que el sábado pasado en su día. Villalba suma ansiedad, la misma que sintió con los últimos partidos del torneo anterior, pero sabe que la puteadora no va a incidir en su esfuerzo. "La lucha es de igual a igual,contra uno mismo, y eso es ganarla" (El Témpano).  No te pares, gorda, no te mates, sólo es una forma más...etc
Me quedo mejor con esta frase tuiteada ayer, "Independiente, de pierna fuerte y templada". Pavada de himno, para intentar seguir creyendo, fuera de los clichés de los violentos.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Huracán, Parra, ¿Y ahora?

"Está denso, no?", pregunta mi mujer. Las banderas dadas vueltas, le responden. También los murmullos en la platea antes del partido. Y sí, ya sabemos, está denso Independiente. Mala decisión para el día de la mujer, comentario que nuestra hija volverá a reprocharme a la vuelta. Con razón, aunque duela.
Así como digo esto, antes de la crónica de otro derrotero, debo destacar que con todo, la gente se fue tranquila, bah, en silencio por la calle. Ni el corte de luz en la mismísima Alsina, ¿propiciada por alguna mano amiga del intendente racinguista?, llevó a los miles de hinchas desencantados al descontrol.  Más tarde, después, me enteraría de lo de Parra.

Aclaro que no justifico su reacción, pero insisto, con mucho menos, el tipo dio más que la decena de fanáticos esperando al plantel para putearlo. Entiendo putear de bronca, no descargar siempre la ira, contra quienes nos representan. Aún jugando mal, pifiando penales.

La bronca, decía, se vio en las banderas dadas vueltas. No sólo la de las localidades que acompañan al Rojo, también la de Bebote que en una pretensión británica, dice que "sólo es un hombre". Muy hombre no se puede ser si colgás a tu mejor amigo (dos perros) , en señal de mensaje mafioso durante la semana. Lo denso, digámoslo, aunque dejemos el margen de la duda para pensar que este hombre no tuvo nada que ver, ("habría que prenderlos fuego a ellos", declaró tras el incendio de los quinchos, dejándolo más expuesto que antes) ya había arrancado antes.

Con buen tino (escaso en general, pero loable en la búsqueda de no alimentar a las fieras), la gente de comunicación del club, cambió las fotos de los rivales por una enunciación rápida de sus apellidos, a fin de evitar la ira contra ex jugadores de los vecinos y sobretodo, contra De Federico, el tipo que le hizo juicio a esta comisión, con no sé qué argumentos. Bueno, ¿quién no es capaz de hacerle un juicio a Independiente y sacarle un mango? También él y su botinera, tuvieron su bandera. Acaso Cantero & Cía, supuso que no enardecer evitaría una nueva carta documento.

Los aplausos con la salida del equipo bajaron rápido al estadio pero livianos. Al minuto, algunos se desahogaban de sus miserias y castigaban o advertían a quien todavía no la había tocado. Una mujer se ensañó con Villalba toda la noche, no era su día se notaba frente a tanto odio (ni el del jugador, ni el de la susodicha, contradiciendo el calendario de la dama).
Extrañamente, Penco, peleó todo lo que pudo al promediar el primer tiempo. De él vino el penal. Pisano, que siempre es criterioso, aparecía lejos de todo. A mi me da que desconfiar, cuando quien sabe encarar toma la decisión equivocada. Algo parecido ocurrió con Mancuello, único sobreviviente de esta noche desgraciada.

Lo del Rolfi se sabe, ex Huracán, odiado por TODOS los del Globito, asumió la responsabilidad y terminó dilapidándola, al mejor estilo contra Boca (aquella premonición que fue más que un fantasma, nos bajoneó la noche, al punto de hacernos suponer que no habrá bendito ascenso).

El gol de los otros no hizo más que desatar la furia. "No entiendo como los aplauden", gritan algunos, buscando sangre. Un pibe que no comprende cómo se regocijan los mismos hinchas de sus colores tirando mierda, primero pide paciencia, respeto, ¿sentido común? a una platea que por prepotencia no deja lugar a este sentimiento. Los imagino de regreso, a todos estos, haciendo luces en la autopista con esa violencia de potentado. Sí, esos mismos que dan cátedra de cómo jugar, cómo administrar, cómo supervisar a nuestros muchachos.


Faltando cinco minutos tengo ganas de irme, igual que el pibe que se levantó, avergonzado de compartir con estos extraños el club de sus amores. Circunstancias similares me suceden cada vez que escucho el "negro de mierda", fácil que se escupe en el entorno. O los cánticos contra bolitas y paraguas. Ahí, me vienen los inmigrantes socialistas del primer Independiente y, sospecho, una raíz histórica del club, en contra del cabecita. Deseo creer que no es tal.
Quería irme, sigo, no porque no hubiera chances de empatarlo (bueno, tampoco es que llegábamos al área rival con facilidad), si no por ese ambiente denso que nos arruinó la noche.

Qué club queremos?
Qué gloria buscamos, detrás del "hay que subir como sea"? Qué tengo que ver yo y los míos con la bestialidad colectiva que nos contagia. No todos los barras son villeros, ni toda las broncas, entendibles.

Salir con la manada, (por supuesto seguí el partido hasta el final) junto a mi mujer y mis hijos, paradójicamente nos devolvió la calma, aunque sacarse la mala vibra del entorno lleve tiempo. La gente respetuosa marchó apesadumbrada, más que con odio. Adentro quedaron, seguro los que después harían catarsis con Fredes, Parra, los pibes, Cantero.
"Que DeFelippe no nos deje", pensé y en este paralelismo obvio de retrotaer su nombre a Malvinas, supuse ilusionado que él no haría lo mismo que Galtieri hizo con nuestros pibes. Que así sea.


Después llegaron los palos infaltables mediáticos. Por suerte, esta vez, el cabaret de Boca, el penal inexistente de River, la conferencia delirante de Mostaza, frenó o disimuló la tormenta. Tormenta que continuaría con otros barras, otras tribunas, otros tiempos, otra fecha. El odio que, siempre es más sencillo de  manifestar, sigue entre nosotros.
"Papá, no sé si por un tiempo quiero volver a la cancha", me dijo mi hijo. No lo culpo. Si ese espejo, somos nosotros, habrá que esperar que termine de empañarse,  hasta volver a sacarle una mejor luz, que refleje lo mejor.