Difícil ponderar al rojo, después del 1-3 en casa, con esos goles para repetir en los canales. Igual, a seguir. Esto es largo. Falta dinámica, los históricos sienten la presión y uno piensa si no sería bueno que Cantero mantuviera el bajo perfil, en respeto al técnico De Felippe y al plantel. Esto es largo y todos lo sabemos, a riesgo, incluso, aunque no nos guste asumirlo, de quedar en la misma categoría. Acaso, a don Julio no le vendría mal, así regala el nuevo campeonato que inventa, los salva a Boca, River y Racing de su futuro promedio y nos deja sobre nuestras espaldas ese tufillo de hacernos un favor. Basta ver los impresentables árbitros que nos dirigen para darnos cuenta.
Yo creo que a Grondona no hay que deberle nada. Que hay que confiar en el propio juego, que no debemos desesperar como nos pasó con el efecto 1-3 fatídico con Newells, Farías pedorro mediante. Y tomarnos en serio, sin entrar en el basureo permanente.
Creer y no subestimar todo el tiempo a los que salen a la cancha. Ellos no tienen la culpa de tantas limitaciones, tantos límites. Ojalá, dentro de cuatro fechas, los cuatro fantásticos sean una realidad. Antes, a trabajar, pico y pala. Que es el mejor antídoto para el falso y corrupto todo pasa.
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