miércoles, 21 de agosto de 2013

La confusión permanente de Miguelito

Que le devolvió el orgullo, que Cantero lo confunde, que la presión, que sabe de difíciles y nos va a sacar adelante. Ok, coincidimos en un todo. Pero hay que decirlo, el mensaje de Miguel Angel Brindisi es diplomático para afuera y muy confuso para adentro.
"Los pibes no se guardaron nada". Y es verdad, entonces ¿por qué no seguir bancándolos? Acaso el síntoma del técnico, entre la tensión colectiva, el marco general y los resultados que no llegan, confirma la recurrencia de los anteriores, desde Mohamed, sin excepción. Antes, amaron a Villafañez, a Velázquez, a Benítez, Vidal, Monserrat..después siguieron con Miranda, Fernández, el Ruso Rodríguez, por último la historia continuó con Godoy, Trejo, Villalba, Pizzini. Queda claro, puteadas más, puteadas menos, que ninguno de ellos, es responsable de nuestra caída y que, en muchos casos, pusieron el pecho a situaciones adversas.
Ahora, con los nuevos, con la urgencia, todo lo bueno que se fue elaborando, queda en la nada, por el partido que viene...y así sucesivamente. Por qué los recién llegados, no vienen a pelear el puesto. Por qué no pensar en Salta, en el partido con Colón, incluso en aquel con San Lorenzo y revisar lo que sirve.
Hay una base, se sabe: Zapata, Mancuello, el propio Villalba, con sus limitaciones, merecen un lugar. El borraje de Adrián Fernández resulta inexplicable. También lo del Ruso Rodríguez. Con menos, a Assmann le está costando mucho. Vallés sigue siendo prolijo. A Monserrat lo hicieron pelota los técnicos, sin discusión y Miranda también fue combativo, aunque queda rehén de la disposición del Rolfi que alterna energía con una pasividad que sorprende.
Brindisi debe ser sincero con lo que promueve, revisar aciertos y errores propios, más allá de rumores, lobbies (internos y externos) De él depende. Y hacerse cargo, es otra señal que inevitablemente siempre te deja en la puerta de la grandeza.


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