Recorrer nuestro infierno, sin que esto signifique incinerarse. Más bien todo lo contrario, el fuego y el dolor nos ennoblece, nos purifica, nos da sentido. Como la aventura de resucitar desde lo más hondo, para recuperar grandeza. Aunque no a cualquier precio.
miércoles, 21 de agosto de 2013
Eduardo Sacheri, infaltable un escriba en nuestra tribuna
No hay comentarios:
Publicar un comentario