domingo, 4 de agosto de 2013

A los ojos

Con esto de que "vayan sean hombres", o "el Pato nos está mirando", una, máxima twittera, la otra bandera inevitable en la cancha, me acordé de lo que pensábamos en un momento acerca de Pastoriza, en sus buenos tiempos. Otra máxima, repetida en silencio, consuelo de optimistas decía que con él "si arrancábamos las tres primeras fechas perdiendo, seguro salíamos campeones". Al tiempo la justificación quedó corta así como quedó demostrado que pícaros como él, por el Rojo, no superaron los dedos de la mano. En síntesis, otra manera de conformarse y soportarlo todo.
Hoy los estadistas revelan que hace diez años que no iniciamos un torneo jugando de local, somos el único equipo grande que arranca perdiendo en la B *no seremos el único que sube sin salir campeón, llegado el caso, que lo sepan nuestros vecinos que hoy hacen más afiches que vitorear por su equipo. De hecho, durante tantos años cargándolos, nosotros fuimos ganando algo, rasin, ni siquiera eso.
Pero bueno, mejor dejemos de pensar en las miradas de los demás, las de los eternos rivales, las de don Julio, las de los medios, las de los noticieros, las del deber ser, las de los padres y abuelos en el cielo. Incluso, las del Pato.
A los ojos, frente a los otros. A los ojos, con la redonda al pie, con la sabiduría de quien de tanto entrenar no necesita bajar la vista. A los ojos, como quien domina el juego. A los ojos, con la resistencia de la lluvia, el viento, el fuego. A los ojos, porque eso nos hace siempre madurar. Incluso después de algún sopapo.

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